En un comunicado, la entidad independiente y de carácter científico descartó que la combinación de vacunas represente un riesgo para la salud, al argumentar que en realidad las defensas del organismo reciben un mayor estímulo al utilizar productos diferentes.
Francia decidió limitar a los mayores de 55 años la inmunización con el preparado biológico de la farmacéutica sueco-británica AstraZeneca, después de que la agencia europea de medicamentos reconociera el riesgo de coágulos de sangre y de plaquetas bajas entre sus efectos adversos, aunque muy poco frecuentes.
De acuerdo con la autoridad identificada por las siglas HAS, la segunda dosis debería administrarse con vacunas basadas en la técnica del ARN mensajero, como las de Pfizer/BioNTech y Moderna.
Se estima que en Francia el cambio de agente inmunizante alcance a medio millón de personas, buena parte de ellos trabajadores de la salud, considerados un sector prioritario desde febrero.
El ministro de Salud Olivier Véran consideró hoy lógico poner la segunda dosis con una vacuna diferente contra la Covid-19 a los menores de 55 años, pero insistió en que el producto de AstraZeneca es confiable, al presentar un peligro de reacciones potencialmente graves para dos de cada millón de seres humanos protegidos.
La víspera, un sondeo de Odoxa-Backbone Consulting para el diario Le Figaro y la cadena Franceinfo reveló que el 71 por ciento de los mil encuestados mostró algún rechazo a la vacuna de AstraZeneca.
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