Aunque esos números han oscilado en las últimas semanas desde más de 100 hasta los 50, la realidad apunta a la inestabilidad que se puede palpar en cada jornada como lo evidencia la más reciente, con 69 contagiados, 10 más que en la anterior.
Cientos de decisiones se aplican por parte del Consejo de Defensa Provincial (CDP) y sus homólogos en los nueve municipios, con la situación más compleja en los de Palma Soriano y Contramaestre y sólo el del montañoso Tercer Frente excluido de la fase de trasmisión autóctona.
En relación con ese adverso panorama, el doctor Luis E. Valdés, jefe del equipo técnico asesor del CDP, advirtió que aunque no se ha constatado la presencia de las nuevas variantes del SARS-CoV2 en tierra santiaguera hay indicios que deben preocupar en ese comportamiento.
Se refirió el epidemiólogo a circunstancias aparejadas a ese peligro como son el aumento de la hospitalización y la gravedad, junto a cambios en los patrones etarios.
Al referirse a esas modalidades del nuevo coronavirus consideró a la del Reino Unido como la más agresiva y a las de Brasil, Sudáfrica, California y Nueva York con mayor poder de transmisibilidad.
Expertos del sistema sanitario en la provincia han identificado también muestras de la llamada fatiga pandémica, expresión del lógico agotamiento humano y social ante un prolongado período de confinamiento y cambio de hábitos de vida que se extiende por más de un año.
Una luz de esperanza y optimismo irradió en los últimos días del nacimiento de un bebé sano, mediante una cesárea urgente practicada a una madre contagiada en el Hospital Militar Joaquín Castillo Duany.
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