Los datos, ofrecidos por la federación Unión Deporte y Bicicleta, mostraron una facturación superior a los 3 mil millones de euros y a diferencia de otras áreas económicas afectadas por la crisis sanitaria del Covid-19 el mundo de las dos ruedas se favoreció de ella debido a sus ventajas.
Además de ser una herramienta de ocio económica y no contaminante, la bicicleta experimentó un auge muy destacado en las grandes ciudades, gracias a las facilidades de circulación implementadas por los ayuntamientos y a su uso como medio transporte alternativo y saludable, al evitar el riesgo de contagio a diferencia del metro o el autobús.
Según señaló la federación, este auge también sirvió para recuperar cerca de dos millones de bicicletas en desuso o en mal estado, que fueron puestas al día y en funcionamiento gracias al programa estatal de ayuda económica para este fin.
El mayor auge fue el experimentado por las bicicletas de gama alta con asistencia eléctrica, cuyas ventas ascendieron a 514 mil 672 unidades, el 29 por ciento del total y un 58 por ciento de la facturación del sector, lo que llevó a muchos fabricantes a contar con largas listas de espera para sus clientes.
Según un estudio realizado por la empresa Xerfi a finales de diciembre de 2020, las previsiones de ventas de bicicletas en Francia muestran un incremento anual del nueve por ciento anual entre 2020 y 2023.
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