En declaraciones a Prensa Latina antes de partir de regreso a La Habana, aseveró que es un acto de gran valor organizar y defender contra tantos obstáculos la realización del 18 Festival Belgradense de la Danza (de carácter internacional), con todas las garantías higiénicas y de salud para artistas, técnicos y público.
‘Es subversivo en el sentido de defender la condición de un oficio precario, para muchos- de manera más o menos velada- no esencial, prescindible’, subrayó.
Opinó que no deja de intrigar que los teatros hayan sido los primeros en cerrar y presumiblemente los últimos en abrir- además, con cantidades reducidas de espectadores-, mientras los aviones continúan volando abarrotados por todo el planeta.
Dijo que la agrupación siente también la satisfacción de haber alcanzado la dignidad artística y el rigor que la caracteriza, pese al poco tiempo disponible para la preparación.
Recordó que para poder actuar en escenarios de tres urbes serbias debieron aislarse durante tres semanas, viviendo y trabajando juntos en situación de ‘burbuja’ de manera estricta y con un repertorio muy exigente, lo cual fue un reto notable, después de tanto tiempo de inacción.
Preguntado sobre los planes futuros de Malpaso en las actuales circunstancias debido a la pandemia de la Covid-19, Sáez Carvajal los calificó de muy inciertos, pues primero deben esperar que se les permita regresar al estudio.
Solo a partir de entonces, acotó, vamos a retomar los procesos de montaje y estrenos interrumpidos, así como las rutinas de trabajo y a nuestros estándares, que los mantendremos adaptados a los espacios donde vivimos, en condición de soledad, de aislamiento, que se encuentra en el antípoda de nuestro trabajo, dijo.
En cuanto a la perspectiva de reencontrase con el público de Serbia, una de cuyas características es la pasión por la danza, respondió:
‘La vida es tal vez, en buena medida, el arte de hacer amigos. Entonces, volver a los lugares donde hemos sido plenos, reencontrarse con quienes te acogieron alguna vez con amabilidad y respeto sería de veras gratificante’.
Debo concluir con el agradecimiento a Aja Jung (directora del Festival Internacional Belgradense) por su confianza, y por la defensa tenaz de la danza, sentenció Sáez Carvajal.
Malpaso (14 integrantes) debutó el día 3 en el teatro capitalino Atelje 212 con un espectáculo compuesto por las piezas Vals Indomitable, de Aszure Barton (Canadá); 24 horas y un perro, con coreografía del director artístico del grupo Osnel Delgado y los bailarines, y Tabula rasa, del coreógrafo israelí Ohad Naharin.
El 5 lo hizo en el Teatro Nacional Serbio de Novi Sad, segunda ciudad del país, 95 kilómetros al noroeste de Belgrado, y el 7 en el Centro Cultural de Gornji Milanovac, 120 kilómetros al sur de aquí.
Medios nacionales dedicaron amplios espacios a reseñar, con los más altos elogios, el virtuosismo y el rigor estético del grupo cubano.
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