De muy disímiles maneras está presente la huella del creador del trío homónimo, el de mayor resonancia internacional en el pentagrama del archipiélago, que aún parece acompañar a los transeúntes a su paso por el Callejón del Carmen, en pleno centro histórico urbano.
Es así porque en una de esas esquinas, muy cerca del Corredor Patrimonial de Las Enramadas, se yergue una escultura de bronce casi a cuerpo completo del artista con su guitarra, a quien se rinde veneración en su urbe natal y en toda Cuba.
La próxima celebración del 8 de mayo, fecha del alumbramiento del guitarrista e intérprete, como Día del Son, ha venido a enaltecer aún más ese patrimonio sonoro que será festejado de un extremo a otro de la geografía nacional.
Precisamente, un artículo del semanario Sierra Maestra, con la firma de Rodulfo Vaillant, presidente de la filial provincial de la Unión Nacional de Escritores y Artistas, rememora la creación de la orquesta Son 14, devenida emblema del género, bajo el liderazgo de Adalberto Alvarez.
El Premio Nacional de Música y director de la agrupación Adalberto Alvarez y su Son encabeza en Cuba los preparativos para el jubileo que rendirá homenaje a una sonoridad considerada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la nación.
Por su parte, el Septeto Ecos del Tivolí, enraizado en el panorama musical santiaguero, anunció la salida de un sencillo bajo el título El que siembra su maíz, pieza antológica de Matamoros, con la colaboración del cantante puertorriqueño Gilberto Santa Rosa.
Esa melodía, insertada en la banda sonora de los cubanos al igual que muchas otras del guitarrista y compositor, forma parte del disco Antología Matamorina, con el cual esos artistas santiagueros continúan una reverencia expresada en varias producciones anteriores.
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