De acuerdo con una información divulgada por esa cartera, este país cuenta con más de 150 comités de ética para asegurar el cumplimiento de los derechos, la seguridad y el bienestar de los participantes en los estudios.
También son los encargados de revisar y evaluar los protocolos clínicos antes de su aprobación y de la inclusión del primer voluntario.
Al registrarse los primeros casos confirmados con la Covid-19 en la isla, en marzo de 2020, se creó un comité de ética centralizado en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, centro líder en el estudio de enfermedades infecciosas, por la necesidad de utilizar un grupo de medicamentos con otras indicaciones médicas.
Asimismo, cuando comenzó el ensayo clínico con el candidato Soberana 01, del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), en agosto de ese año, se creó un comité centralizado en el Centro Nacional de Toxicología; mientras al iniciar la Fase II de Soberana 02 (también del IFV), se conformó otro con nueve investigadores.
Con el paso a la Fase III de ese último inmunógeno, que incluye la participación de 44 mil 10 sujetos, se incorporaron 18 investigadores de los institutos de Hematología e Inmunología, Nefrología, Neurología, Endocrinología y del Hospital Universitario Clínico Quirúrgico ‘Comandante Manuel Fajardo’.
Además, se crearon convenios de trabajo entre todos los comités de ética de las facultades de medicina, policlínicos y sitios clínicos de los ocho municipios de La Habana que participan en esta etapa del estudio.
Asimismo sucedió con el candidato del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), Abdala, que en esta tercera fase de ensayos incluye un comité centralizado adjunto en la región oriental.
Los candidatos antiCovid-19 de Cuba han demostrado ser seguros desde el punto de vista científico, metodológico y ético, han asegurado las autoridades regulatorias.
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