Al-Khasawneh rechazó así informaciones sobre la participación de Hamzah en un intento de golpe de Estado registrado a principios de este mes.
Con anterioridad, el gobierno acusó al exheredero de la corona jordana de involucrarse en un movimiento para desestabilizar y crear caos en el país.
La decisión de sobreseer la causa se adoptó la víspera durante una sesión parlamentaria a puerta cerrada.
En el hemiciclo, es evidente que los legisladores tomaron en cuenta una declaración de Hamzah sobre su juramento de guardar lealtad a Abdala II.
Marginado en 2004 de su derecho al trono, el príncipe denunció que lo sometieron a prisión domiciliaria desde la cual transmitió por redes sociales numerosas críticas contra la mala gobernanza y corrupción en el país.
El rey rompió su silencio para decir que terminó la peor crisis política en décadas y este domingo apareció en público junto a Hamzah.
Según el diputado Saleh al-Armouti, el príncipe evitará un juicio, mientras otros 16 detenidos enfrentarán la justicia ante acusaciones de intentos para desestabilizar Jordania.
De acuerdo con el primer ministro, el caso del príncipe Hamzah encontró solución dentro de la familia real.
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