A su llegada al edificio, Macron destacó ‘el inmenso trabajo realizado’ de escombreo y fijación de elementos para garantizar la seguridad del templo, si bien las obras de restauración propiamente dichas comenzarán a finales de 2021, como ya publicó Prensa Latina.
El dirigente francés señaló que a lo largo de ‘los próximos tres años tendremos que cumplir nuestros objetivos y, por lo tanto, hay una movilización muy grande de planificación muy exigente y rigurosa’.
Al tiempo consideró ‘un orgullo colectivo haber hecho mucho en dos años y evitado lo peor’, y agradeció a las cientos de miles de personas que se movilizaron por salvar Notre-Dame y a las 35 empresas que participan en los trabajos.
El objetivo, añadió, es que la emblemática catedral pueda celebrar su primera misa tras el siniestro, ‘el 16 de abril de 2024, aunque las obras no estén terminadas para esa fecha’, dijo Macron.
Poco después de la tragedia, el presidente fijó un plazo de cinco años para llevar a cabo la reconstrucción, y a pesar de la demora de varios meses debido al primer confinamiento por la epidemia de Covid-19, volvió a ratificar su promesa tiempo después.
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