Se trata de un informe, divulgado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en este país, que evaluó la salud mental de 44 menores de 18 años de edad, convalecientes de la Covid-19 y residentes en La Habana.
Los resultados del estudio develaron que el 81.8 por ciento de esos pequeños están afectados emocionalmente, aunque sus procesos cognitivos muestran un funcionamiento normal.
Asimismo sus necesidades y competencias para la socialización se encuentran en un nivel deficitario, como característica predominante en la muestra.
Por otro lado, los resultados evidenciaron una falta de conciencia sobre la afectación de los hijos en un 60 por ciento de las cuidadoras principales, lo cual podría limitar el acompañamiento que requieren los menores para su recuperación.
Según el texto, los contextos familiares de la mayoría de ellos presentan características que hacen pensar en la posibilidad de riesgo y/o desventaja social, lo cual recomiendan constatar en otras investigaciones para ofrecer la ayuda requerida.
Los investigadores insisten en la importancia del apoyo y acompañamiento psicológico a los menores, aun cuando sus padres no tengan conciencia de esta problemática.
‘Hacerlos conscientes de ello, es una parte fundamental de la labor que se requiere para una protección de la salud mental de este grupo de infantes’, puntualizan.
En esta evaluación participaron el Ministerio de Salud Pública (Minsap) de la mayor de las Antillas, la Facultad de Psicología y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-Cuba), ambas de la Universidad de La Habana, y la oficina de Unicef-Cuba.
Desde la detección de los primeros casos con Covid-19 en este país, el 11 de marzo de 2020, Cuba registra un total de 11 mil 222 menores de 18 años confirmados con la enfermedad (entre ellos lactantes).
El 93,5 por ciento se recuperaron, pero permanecen con el virus activo 727, de los cuales dos, menores de un año de edad, se reportan en estado grave en estos momentos y fallecieron dos por complicaciones con otras enfermedades de base.
Especialistas y autoridades sanitarias han reiterado la necesidad de tomar las medidas higiénico-sanitarias orientadas para proteger a este grupo etario.
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