Diseñado por el Instituto Finlay de Vacunas, dicho inyectable protagoniza uno de los estudios de intervención que tienen lugar en esta ciudad, mediante el cual estarán inmunizados 150 mil sujetos, 70 mil de ellos científicos, médicos, enfermeras y tecnólogos, entre otros integrantes del sector.
Proceso común en estudios clínico-epidemiológicos, el ensayo de intervención controlada incluye personal con un alto peligro de contagio, enfermedad y dispersión de la pandemia, expuestos en situaciones reales de transmisión comunitaria.
Dicha evaluación tiene entre sus objetivos demostrar la eficacia, efectividad e impacto del candidato en el individuo al que se le aplica y saber si resguarda a quien se relacione directamente con esa persona y no haya sido inmunizado.
Los expertos buscan comprobar los resultados de Soberana 02 sobre la mortalidad ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2, patógeno causante de la enfermedad, y explorar cambios en las tasas de hospitalizaciones en la población de referencia asociadas a la vacunación.
Prevé corroborar, además, la capacidad del producto para reducir la infección sintomática entre los vacunados en un 60 por ciento, después de 14 días de administrada la segunda dosis.
El inyectable transita a la par por la fase III de ensayos clínicos con otros 44 mil 10 voluntarios de ocho municipios de La Habana y para los que fueron habilitados 30 sitios clínicos y 48 de aplicación.
En La Habana ocurre también otro estudio de intervención con el candidato vacunal Abdala, hecho en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, que incluye a unos 124 mil voluntarios.
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