Así lo decidieron los delegados al cónclave al aprobar una resolución sobre el Informe Central al congreso que presentó el 16 de abril el primer secretario del PCC, general de Ejército Raúl Castro, quien encabeza la reunión plenaria del foro.
El presidente Miguel Díaz-Canel, miembro del Buró Político, también participa en la sesión, conducida por el segundo secretario del Partido, José Ramón Machado Ventura.
La resolución considera que el Informe Central evalúa con ‘objetividad, justeza, claridad y sentido crítico’ las tareas desarrolladas por el PCC y el pueblo en el último lustro.
Indica que la existencia de un partido único compulsa a promover en su seno y en la sociedad la más amplia democracia y un ‘permanente intercambio, sincero y profundo de opiniones no siempre coincidente’.
Al respecto se pronuncia por estrechar el vínculo con la masa trabajadora y la población y asegurar la participación creciente de los ciudadanos en las decisiones fundamentales.
La unidad de la inmensa mayoría de los cubanos en torno al Partido debe cuidarse con celo y jamás aceptar la división entre los revolucionarios bajo falsos pretextos de mayor democracia, dice el documento.
Añade que ello sería el ‘primer paso’ para destruir desde dentro la propia Revolución.
El Informe Central, acota, llama a revitalizar el accionar de las organizaciones de masas cubanas en todas las esferas de la sociedad y actualizar su funcionamiento.
El texto refrenda el principio de que la propiedad de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción constituye la base del poder real de los trabajadores.
Sobre ello la resolución considera que el sistema empresarial estatal está llamado a demostrar y afianzar que ‘es y será la forma de gestión dominante en la economía’.
En el congreso, que culmina mañana, participan 300 delegados en representación de los más de 700 mil militantes del PCC, bajo estrictas medidas sanitarias en correspondencia con la coyuntura actual provocada por la Covid-19.
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