Así señala la publicación estadounidense Newsweek en su artículo ‘En medio del silencio, Cuba pide a Biden que ponga fin al bloqueo cruel que él también quiso cambiar’.
De acuerdo con ese medio, Biden ha reconocido el daño infligido a los cubanos y durante su período en la vicepresidencia del país, habló en apoyo de los esfuerzos de Barack Obama para relajar las restricciones de viaje y comercio con la mayor de las Antillas.
Además, en su campaña presidencial prometió revertir la estrategia de Donald Trump y señaló que trataría de revertir las políticas contra la isla caribeña impulsadas por el magnate republicano.
Pero si bien la Casa Blanca impulsa ahora una revisión en esta área, hasta el momento no se producen contactos de alto nivel entre ambos países.
Así explicó a Newsweek el director de la División General de la Cancillería de Cuba para Estados Unidos Carlos Fernández de Cossío.
La administración de Biden declaró públicamente que desarrolla esa revisión, pero mi país desconoce el verdadero ritmo y alcance de este proceso, precisó.
Durante los últimos cuatro años se adoptaron más de 240 medidas coercitivas contra Cuba, de las cuales 55 fueron implementadas en el contexto de la pandemia de Covid-19, detalló.
Esto dificulta y complica la adquisición de insumos necesarios para enfrentar la crisis sanitaria, con la clara intención de agravar el escenario económico y social cubano, subrayó.
Tales medidas, argumentó, dañan las relaciones bilaterales, entorpecen el desarrollo económico del país caribeño y sus efectos afectan inevitablemente la vida cotidiana del pueblo cubano en todos los ámbitos.
En tanto, persisten la política ‘cruel y sin sin ningún fundamento moral’ del bloqueo norteamericano, recrudecida por la administración Trump, agregó el diplomático cubano.
Para mantener esa política, Washington ha recurrido al engaño, la distorsión de la verdad, el ocultamiento de información y la manipulación, indicó.
La administración Trump interrumpió los intercambios políticos bilaterales, el diálogo oficial y la cooperación entre los dos países basados en intereses y beneficios mutuos con resultados positivos reconocidos por ambas partes, expuso Fernández de Cossío.
También rechazó la inclusión de Cuba en la lista unilateral de Washington de supuestos países patrocinadores del terrorismo, una de las últimas acciones impulsadas por Trump.
Cuba no es patrocinadora del terrorismo internacional, ni representa una amenaza para Estados Unidos, recalcó.
De hecho, agregó, mi país es víctima del terrorismo, ‘un flagelo que durante décadas ha sido organizado, financiado y perpetrado por el gobierno de Estados Unidos, o por personas y organizaciones radicadas en su territorio’.
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