En Girón no fue solo el Ejército y la Policía los que se enfrentaron a los invasores, sino también las milicias populares, afirmó el escritor y periodista de origen pakistaní Tariq Ali en el conversatorio virtual organizado por la Campaña de Solidaridad con Cuba (CSC) en el Reino Unido.
Ali apuntó que la rápida derrota que infligieron las tropas cubanas en menos de 72 horas a los mil 500 mercenarios equipados, entrenados y financiados por el gobierno estadounidense, demostró al mundo el poder y la popularidad del proceso revolucionario encabezado por Fidel Castro en la mayor de las Antillas.
El también historiador y director de cine consideró además que el fallido intento de derrocar al líder histórico de la Revolución cubana en abril de 1961 marcó el inicio de la guerra más larga que ha librado Washington contra país alguno, en alusión a las agresiones armadas, el bloqueo comercial y financiero y otras medidas unilaterales promovidas desde entonces contra la isla caribeña.
Desde Cuba, el veterano combatiente revolucionario Víctor Dreke, compañero de lucha en África del comandante guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, apuntó que la victoria de Playa Girón sirvió para demostrarle a los pueblos de América Latina que a los norteamericanos se les podía vencer en el campo de batalla, y que la Revolución cubana era ya invencible.
La embajadora de la isla caribeña en el Reino Unido, Bárbara Montalvo, opinó, por su parte, que más allá de representar la primera derrota del imperialismo yanqui en América, la gesta decidió la suerte del incipiente proceso político iniciado con el derrocamiento de la tiranía de Fulgencio Batista por el Ejército Rebelde en 1959.
En Girón aprendimos a no tenerle miedo al enemigo por poderoso que este sea, remarcó la diplomática cubana.
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