El también profesor de Historia permaneció ingresado por varios días en el hospital general provincial Camilo Cienfuegos, de la ciudad de Sancti Spíritus, cabecera del territorio de igual nombre, situado en la región central de la isla.
Lagunilla tenía un cariño singular por su terruño, declarado por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad, en especial por destacar los aportes de los trinitarios a la cultura e independencia nacional.
Laboró en el rescate histórico de la memoria inmaterial de la localidad a través de la tertulia Los Amigos de Manolo, de la emisión radial Puertas a mi Ciudad y otros programas televisivos.
Para su ciudad natal tenía el calificativo especial de la ‘Esmeralda de Cuba’.
Lagunilla dejó una vasta obra literaria, investigaciones, cuentos, novelas y testimonios, entre estas ‘Steecher 9 mm. ¿Culpables o Inocentes?’ y ‘Trinidad de Cuba: tradiciones, mitos y leyendas’.
En declaraciones ofrecidas a Prensa Latina tiempo atrás, el acucioso historiador reveló la cercanía del Apóstol de la Independencia de Cuba con algunos trinitarios, apuntes que recogió en el libro José Martí: La vida trinitaria del Ismaelillo.
Fue nombrado oficialmente Historiador de la villa en 2010, luego del fallecimiento de Carlos Joaquín Zerquera, otro sobresaliente cronista de la tercera de las siete primeras villas fundadas por los españoles en suelo cubano.
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