El gobierno anunció la cuarentena de 10 días hasta nueva orden, con el propósito de evitar que las mutaciones, algunas confirmadas como más peligrosas que la cepa clásica, aumenten su propagación en suelo galo, donde la media de contagios diarios supera los 30 mil, mientras casi seis mil personas están hospitalizadas en cuidados intensivos.
Inicialmente la medida afectó a Argentina, Brasil, Chile, Sudáfrica y la Guayana Francesa, por la preocupación que causa la cepa P1, identificada por primera vez en territorio brasileño, desde y hacia el cual Francia prohibió esta semana los vuelos.
El miércoles, el portavoz gubernamental, Gabriel Attal, señaló la incorporación de India a la lista, tras la amplia circulación en ese país de la variante B.1.617, vinculada al diagnóstico de más de 310 mil casos en una jornada, cifra sin precedentes en el planeta en un año de pandemia.
La violación de los 10 días de cuarentena obligatoria implicaría una multa de mil 500 euros, mucho más severa que la aplicada hasta ahora en Francia para los incumplimientos de las restricciones sanitarias (135 euros).
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