La responsabilidad penal de los firmantes, más de un millar de militares de diversos grados, su impacto en el escenario pre-electoral y las sanciones que enfrentan dominan hoy artículos y análisis en medios de prensa.
El 21 de abril, la revista semanal de corte conservador Valeurs actuelles divulgó el escrito dirigido al presidente Emmanuel Macron, para alertar sobre alegados riesgos de desintegración del país y guerra civil ante el avance del ‘islamismo y las hordas de la periferia’.
Además del sentimiento antiinmigrante, en particular contra los musulmanes, despertó inquietud el planteamiento de los generales retirados de que ante la situación imperante, algunos ‘camaradas en activo podrían intervenir’, frase interpretada como un posible llamado al golpe de Estado para defender lo que consideraron ‘valores de la civilización’.
La ministra Parly calificó de irresponsable el editorial y reiteró que la conducta de los cuerpos armados y sus miembros debe guiarse por los principios de la neutralidad y la lealtad.
A menos de un año de las presidenciales francesas, la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, manifestó apoyo a los firmantes y los invitó a unirse a la acción de su partido Agrupación Nacional en la batalla por el país.
Parly también rechazó las declaraciones de Le Pen, favorita en las encuestas a reeditar frente a Macron el balotaje de 2017, comentarios que la funcionaria consideró una politización de las Fuerzas Armadas que debilita al país.
Según expertos, la condición de retiro no exime a los militares, sobre todo a los de alto rango, de responsabilidades, ya que permanecen a disposición de los mandos y pueden ser llamados a filas.
En el caso de oficiales y soldados activos, la firma de un texto como el causante de tanta polémica sí conduciría a sanciones, entre ellas las reservadas para delitos como la incitación.
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