‘Hay que entender que Venezuela está viviendo un bloqueo por parte del imperio, por lo tanto hacer cine se vuelve más cuesta arriba’, subrayó el cineasta, miembro del equipo de la película suramericana participante en la edición 43 del evento, organizado por esta capital.
Frente a esta situación, destacó el apoyo brindado por la Fundación Villa del Cine, Amazonia Films y el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía en la producción de la cinta, ganadora de 11 premios en el Festival de Cine de Venezuela de 2020.
Recordó que con la pandemia de Covid-19 las formas de relacionarse y de laborar cambiaron, por lo que ‘las alternativas nos hacen trabajar de una manera más artesanal, con equipos más unificados, más esenciales, más atómicos’, dijo Rodríguez a Prensa Latina y teleSUR.
Comentó que esa es la manera en que está trabajando junto a su hermano. ‘Un destello interior se hizo bajo ese esquema, en cuatro semanas de rodaje, un equipo pequeño, pero eso no lo veo como algo que nos está restando, sino como una ganancia’, apuntó.
Según el realizador venezolano, la situación actual exige equipos de rodaje más compactos, pero también temáticas más intimistas, sin despliegues de producción, de personajes, de locaciones, lo cual se refleja en la realización de esta película.
Argumentó que ‘esas faltas, esos conflictos prácticos’, se pueden traducir en lenguaje cinematográfico y en propuesta estética para hacer un cine que toque temáticas y vivencias ‘mucho más esenciales, más urgentes, más comprometidas con lo social y lo humano’, aclaró.
Consideró que los retos actuales deben ser traducidos en una filmografía con hondura existencial, ‘que se desmarque de la futilidad y artificialidad del cine norteamericano que se ha vuelto parte de nuestro ADN’, significó.
El también documentalista venezolano aseguró que sí existe un público para el cine de autor que conecta a través de emociones esenciales comunes a todas las personas en cualquier lugar donde se encuentren.
‘Si muestro una visión narcisista del mundo, algunos la comprarán o no, pero cuando apuesto con ética y honestidad a emociones y situaciones en las que podemos vernos retratados todos nosotros, creo que el espectador se va a montar en ese viaje emocional, concluyó.
Realizada y filmada a cuatro manos con su hermano jimagua Andrés, Un destello interior narra el drama de Silvia, una joven mujer que padece una seria enfermedad, mientras debe atender y cuidar sola a su hija pequeña Sara.
Interpretada por la actriz venezolana Jericó Montilla, la protagonista se debate entre los malestares provocados por el tumor cerebral que avanza, sus penurias financieras, la escasa voluntad de vivir y, frente a eso, la energía de su hija que la ama.
Este es el tercer largometraje de ficción de los hermanos Rodríguez, realizadores también de Brecha en el silencio (2013) e Hijos de la sal (2018), además de otros cortos y mediometrajes en este género y varios documentales.
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