Desde enero de 1961, el gobierno revolucionario cubano había decidido quitar esa estatua tras la ruptura de relaciones bilaterales y ante la inminencia de una invasión bélica.
Historiadores coinciden en que la explosión en La Habana del buque estadounidense Maine en 1898 fue el pretexto norteamericano para inmiscuirse en la guerra independentista de la isla caribeña contra España, que finalizó con una intervención militar y la instauración de una República sometida a los intereses del país vecino.
De acuerdo con investigaciones oficiales, en 1925 el gobierno de Alfredo Zayas inauguró el monumento dedicado a las víctimas del Maine frente al Malecón capitalino en recordación de los 266 marinos que perdieron la vida en la explosión. En la parte superior de la estructura, un águila calva permanecía con las alas extendidas como símbolo de la presencia de Estados Unidos en la isla.
Las relaciones entre ambos gobiernos varió tras el triunfo revolucionario de 1959 debido a las amenazas, medidas coercitivas y agresiones de Estados Unidos contra los principales objetivos económicos-sociales de la mayor de las Antillas.
La administración de Dwight Eisenhower (1953-1961) suspendió la cuota azucarera cubana para el mercado estadounidense, mientras que firmas norteñas detuvieron el suministro y procesamiento de petróleo, ejemplos de acciones que deterioraron los vínculos.
A días de entregar el mandato presidencial, el republicano rompió relaciones con La Habana, el 3 de enero de 1961, y posteriormente restringió los viajes de sus ciudadanos a Cuba.
Según recuentos históricos, fue un momento tenso porque el gobierno revolucionario conocía además sobre los preparativos de una inminente invasión al territorio nacional por fuerzas mercenarias organizadas y financiadas por Estados Unidos.
En ese contexto, el 18 de enero se acordó quitar del monumento del Maine al águila imperial y los bustos de tres políticos estadounidenses que acompañaban la estructura.
Las figuras representaban al presidente William McKinley, quien declaró la guerra a España, Leonard Wood, gobernador de Cuba durante la primera ocupación estadounidense, y Theodore Roosevelt, artífice de la política del Gran Garrote contra América Latina.
Los símbolos no se retiraron hasta el 1 de mayo de ese mismo año, durante las celebraciones por el Día de los Trabajadores y por la victoria cubana frente a la invasión de Playa Girón (Bahía de Cochinos), hecho conocido como la primera gran derrota del imperialismo estadounidense en América.
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