Seremos intransigentes, la ley es muy clara, dijo a la emisora Sud Radio el funcionario, quien calificó de nulas y sin valor las nuevas decisiones, perjudiciales para los pescadores galos.
En una de las consecuencias post-Brexit, que llevó incluso ayer al envío de embarcaciones militares a la zona por ambos países, el territorio semiautónomo perteneciente al Reino Unido negó la licencia a varias embarcaciones francesas, estableció limitaciones para el uso de redes y prohibió la pesca del besugo en determinadas áreas.
Decenas de faeneros se concentraron en señal de protesta en las inmediaciones de Jersey, una isla situada en el Canal de la Mancha, muy cerca de las costas normandas, aguas en las que por décadas han realizado sus actividades.
Las tensiones derivadas del Brexit entre París y Londres llevaron esta semana a la ministra marítima francesa, Annick Girardin, a amenazar con represalias, sin descartar las relacionadas con el servicio de electricidad, suministrado mediante cables submarinos al vecino país.
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