La gobernadora en este territorio, Beatriz Johnson, valoró como una obligación atender y evaluar las diversas circunstancias de vida que se dan alrededor de esas mujeres y tratar de facilitarles mejores condiciones de habitabilidad, educación, atención de salud y otras necesidades.
Puntualizó que en el 2020 fueron otorgados 167 hogares a esas progenitoras y se trabajó también en pos de otras alternativas, que incluyen las rehabilitaciones de esos espacios y los subsidios para la construcción por medios propios.
Enfatizó en que la adjudicación de casas ocurre en cada uno de los municipios y son los trabajadores sociales los encargados de seguir la situación de cada una de esas personas, lo cual ha funcionado con regularidad y deviene un importante elemento en esa gestión gubernamental.
La integrante del Consejo de Estado aludió a la atención preferencial a los partos múltiples, de trillizos y cuatrillizos, por la complejidad que se deriva de esos alumbramientos para las parejas y las familias.
Johnson se refirió a las premisas que deben prevalecer en el programa materno-infantil, entre ellas la sensibilidad de los trabajadores sanitarios, el protagonismo de la atención primaria de salud con los consultorios médicos de la familia y la captación temprana de los embarazos.
Igualmente, consideró muy importante la prevención de los embarazos precoces, uno de los obstáculos en estos empeños, con situaciones preocupantes en varios municipios cabeceras y la presencia de preñez en adolescentes de edades entre los 12 y 14 años.
La situación demográfica en Cuba apunta a la complejidad derivada de la disminución de la fecundidad, el aumento de la expectativa de vida y las migraciones, que se tradujeron en el primer trimestre del 2020, por primera vez, en una reducción natural del número de habitantes.
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