Las fuerzas de seguridad y defensa se retiraron tácticamente de la sede de la policía del distrito de Nerkh, confirmó a la prensa el portavoz del Ministerio del Interior, Tariq Arian.
Por su parte, Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes, dijo que el grupo insurgente capturó el área y agregó que sus combatientes se apoderaron de la sede de la policía y una base del ejército.
Cono respuesta, el Ministerio de Defensa aseguró este miércoles que lanzaría una ofensiva para recuperar la demarcación, en la que viven unas 60 mil personas.
El sitio está a unos 40 kilómetros de la capital afgana, en la provincia vecina de Wardak, utilizada durante mucho tiempo por los militantes como puerta de entrada para llegar a la ciudad y lanzar ataques mortales.
La toma del distrito se produce después de que los talibanes y el gobierno afgano acordaron observar un alto el fuego de tres días para marcar el feriado de Eid al Fitr (fin del ayuno musulmán) a partir del jueves.
Especialistas consideran que los militantes están esperando que los estadounidenses se retiren antes de lanzar ataques totales contra las principales ciudades del país.
Estados Unidos informó el martes que la retirada de Afganistán estaba en un 12 por ciento al 10 de mayo, y señaló que el equivalente en equipos a 104 aviones de carga C-17 fueron trasladados ya.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fijó como fecha límite el 11 de septiembre para que todas las fuerzas estadounidenses se retiren de Afganistán, medida que secundaron también sus aliados.
Recientemente, los rebeldes reiteraron su contrariedad porque no se cumplió el plazo acordado previamente, y advirtieron sobre serias consecuencias si esta vez se llega a la fecha límite y todavía hay en la nación tropas extranjeras.
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