El 17 de mayo de 1959 el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, en la comandancia de La Plata en la Sierra Maestra (oriente), firmó una de las medidas más trascendentes luego del triunfo del 1 enero, pues benefició a más de 100 mil familias.
La posesión de la tierra era uno de los mayores problemas que aquejaban al país, de acuerdo con el alegato de autodefensa de Fidel Castro en 1953 durante el juicio por el asalto al cuartel Moncada, que trascendió con el nombre de La historia me absolverá.
Entonces, en Cuba los mejores suelos estaban en manos de compañías extranjeras, dentro de las cuales las estadounidenses eran dueñas de casi 100 mil caballerías (alrededor de un millón 340 mil hectáreas), mientras el 1,5 por ciento de los propietarios concentraba más del 46 por ciento del área nacional en fincas.
Es por ello que una de las primeras acciones del gobierno revolucionario fue la entrega del título de propiedad de la tierra a las personas que la trabajaban, con lo cual reivindicaba también las luchas del campesinado y de figuras como Niceto Pérez, uno de los líderes de ese sector, asesinado el 17 de mayo de 1946.
La primera Ley de Reforma Agraria fijó en 30 caballerías (402 hectáreas) el máximo de terreno que podía poseer una persona, y dispuso la creación del Instituto Nacional de Reforma Agraria para aplicar las medidas adoptadas; lo que asestó un duro golpe al latifundio y acabó con la aparcería y el desalojo.
Por la trascendencia de la normativa, que cambió la vida no solo de quienes residían en zonas rurales, sino que transformó toda la sociedad, la fecha fue escogida para, dos años más tarde, crear la organización que nuclearía a los pequeños agricultores: la ANAP.
Con personalidad jurídica y representación en todas las estructuras del Estado, al llegar a sus seis décadas la Asociación cuenta con 397 mil 204 afiliados, de los cuales 78 mil son mujeres y 36 mil jóvenes.
El presidente de la ANAP, Rafael Santiesteban, destacó algunos de los retos que asume la organización, como el incremento de la producción de alimentos, perfeccionar los mecanismos de contratación y la extensión de las prácticas agroecológicas, la ciencia y la innovación.
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