Al cumplirse 126 años de que fuera abatido por balas españolas en Dos Ríos, actual provincia oriental de Granma, el galeno e historiador aludió a los tres disparos recibidos por Martí y a las múltiples dolencias sufridas por el prócer, en diálogo con el periodista Dayron Chang.
Rememoró el especialista que en la tarde del 23 de mayo de 1895, el médico cubano recién graduado, de apenas 22 años, Pablo Aureliano Valencia, acompañado por un ayudante y 10 soldados españoles, removió el cadáver para un análisis necrológico que no reunió los requisitos técnicos.
Con una extensa trayectoria de indagaciones en relación con los padecimientos afrontados por el Apóstol, el especialista refrendó la convicción de que la voluntad inmensa y la vocación patriótica fueron superiores para sobreponerse a las quejas del cuerpo.
Enfatizó en la utilidad que han tenido en esas investigaciones las cartas de Martí y la llamada literatura confidencial, mediante la cual es posible acercarse a dolores y sufrimientos físicos arrastrados en su corta vida, que dedicó por entero a la independencia de Cuba.
Considerada su obra cumbre entre cinco libros y más de 250 artículos en revistas de unos 15 países, el volumen Enfermedades de Martí, con dos ediciones, agotadas, en el 2008 y en el 2017, le granjeó el Premio de la Academia de Ciencias en el 2019, que se sumó a otros reconocimientos. Académico titular de la Academia de Ciencias y ferviente martiano, el intelectual santiaguero encontró en las dolencias del héroe de Dos Ríos una arista poco estudiada y divulgada en su existencia, tan escudriñada por la historiografía.
oda/mca
