Graduados sirios y jordanos en Cuba, diplomáticos e integrantes de la comunidad cubana en Amman participaron en el evento organizado con motivo de la conmemoración del 126 aniversario de la caída en combate del Apóstol de la Independencia de la isla.
Algunas intervenciones destacaron que el pensamiento de Martí no se limitó a América Latina, sino que llegó a todo el mundo, incluido el Medio Oriente, lo cual se percibe en las actuales luchas contra las injusticias de los pueblos de Siria, Palestina y otras naciones árabes.
Se hizo referencia a que Cuba bautizó una de sus vacunas contra la Covid-19 con el nombre árabe de Abdala, recordando una de las primeras obras poéticas teatrales del Apóstol con el mismo nombre.
En su intervención, Marlene Vázquez Pérez, directora del centro de estudios martianos de La Habana, manifestó que la celebración de este coloquio refleja la universalidad del pensamiento de Martí, su ejemplo y su legado.
Por su parte, el embajador de Cuba en Siria, Miguel Porto, abordó la contemporaneidad del pensamiento de Martí en Cuba y el mundo árabe y enfatizó que Martí no vaciló en organizar e iniciar la guerra justa y necesaria contra el coloniaje, la esclavitud y la injusticia.
El Embajador de Venezuela en Amman, Omar Vielma, planteó la propuesta de crear la Cátedra Permanente José Martí, viendo a Martí como figura universal, para abrir un espacio importante de trabajo.
A su vez, el jefe de la Asociación de Médicos graduados de Cuba en Jordania, Essam Alkhawaja, se refirió a la importancia del sabio e inagotable pensamiento martiano en el proceso de maduración de la identidad, lucha y formación de la nación cubana frente al colonialismo.
Martí es un héroe que pudo conjugar los verbos de dignidad, independencia, lucha, revolución y justicia que se han convertido en una sinfonía divina que se toca y canta en todo el universo, opinó Jabra Khoury, Cónsul Honorario de Cuba en Jordania.
Ali Mahmoud, graduado en la isla y profesor de la Universidad de Damasco, dijo en sus palabras que la presencia del pensamiento de Martí se palpa en todos los rincones de Cuba, Siria y el mundo árabe. A Martí no le bastó ser un gran literato, poeta y escritor, sino que se vio con el deber de alzar el fusil por la independencia de su país, precisó.
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