Los datos divulgados por la fuente especializada resultan alentadores, si se tiene en cuenta que idéntica semana de mayo del 2019 atrajo a una cifra similar de espectadores.
La presencia del público francés en los cines enfrenta aún importantes restricciones, como la limitación de entrada a un 35 por ciento de la capacidad de las instalaciones y el toque de queda que comienza a las 21:00, hora local, que impide la proyección de filmes en horario nocturno.
El 19 de mayo el gobierno activó la segunda de su plan de cuatro etapas para relajar las restricciones decretadas ante el avance de la Covid-19, enfermedad con un impacto decreciente, mientras progresa la campaña de vacunación.
Para el 9 de junio está previsto el siguiente paso, el cual incluirá medidas que pudieran beneficiar la asistencia de espectadores a los cines, como el comienzo del toque de queda dos horas más tarde.
La víspera, la ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, destacó la reapertura de los museos, cines, teatros y otros sitios del sector y la respuesta de la población.
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