La joven Lianny Pérez, tropieza a diario con las carencias de reactivos químicos y otros materiales para realizar sus investigaciones dentro de la biotecnología y ayudar al desarrollo de la agricultura cubana.
No podemos adquirir equipos, piezas de repuesto, reactivos y medios de cultivo necesarios que provengan de firmas estadounidenses. Muchas veces debemos recurrir a países distantes como China y Alemania para obtenerlo y esto aumenta los costos, señaló.
La científica que desde hace cuatro años labora en el centro, aledaño a la Universidad Máximo Gómez, de Ciego de Ávila, refiere que el genocida cerco les impide a los cubanos participar en congresos internacionales y difundir los resultados de las investigaciones.
Resaltó que en muchas ocasiones no pueden revisar algunas bibliografías de alto impacto, pues existen restricciones de acceso a publicaciones y sitios web importantes, lo cual les retrasa el trabajo.
‘Ante esos obstáculos buscamos alternativas para concluir en tiempo el proyecto sobre el desarrollo de plantas endémicas y estudiar sus propiedades con vistas a obtener productos orgánicos de uso en la agricultura y la salud humana’, expresó Pérez.
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