Ese el único medio para frenar la amenaza de militarizar dicho espacio, aseguró la tercera secretaria de la misión de la isla en Viena, Marlen Redondo, al intervenir en el punto 3 Intercambio general de opiniones en la reunión de la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Ultraterrestre.
Reiteramos la importancia del uso del espacio ultraterrestre con fines únicamente pacíficos, en igualdad de condiciones para todos los Estados, sin discriminaciones y con pleno apego a las normas técnicas y jurídicas establecidas, abundó la diplomática.
Tras apoyar la posición del Grupo de los 77 más China, Redondo expresó la preocupación por la amenaza de una carrera armamentista en el espacio, así como por el continuo desarrollo y perfeccionamiento del armamento espacial.
‘Debemos impedir la militarización del espacio y prohibir el emplazamiento de todo tipo de armas; solo así garantizaríamos su uso racional, con fines pacíficos, y en beneficio colectivo de las generaciones presentes y futuras’, enfatizó.
El espacio ultraterrestre, remarcó, debe preservarse como patrimonio común de la humanidad.
Igualmente, planteó que resulta imprescindible redoblar los esfuerzos para promover una participación más amplia y efectiva de los países en desarrollo en las actividades espaciales.
También constituye una necesidad la mayor igualdad en el acceso a los beneficios de la tecnología espacial y sus aplicaciones, a fin de contribuir al logro de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible, subrayó.
De igual modo exhortó al fortalecimiento y actualización de la legislación internacional en esta materia, y el papel y mandato de la Oficina en tal materialización.
Entretanto, reclamó la cooperación de los países más desarrollados en el ámbito espacial con aquellos de menor desarrollo.
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