La especialista del Centro de Investigaciones de Bioalimentos (CIBA), en Ciego de Ávila, Danay Rodríguez, precisó que también influyó la eliminación de especies invasoras y la ubicación de pasarelas de madera sobre pilotes desde los hoteles y ranchones hasta la playa.
Señaló que para cumplir el objetivo, incluido dentro del programa estatal Tarea Vida, crearon un vivero sobre tubetes para la propagación de posturas de pasto niño (Sporobolus virginicus) y del mate de costa (Canavalia rosea), variedades nativas de los litorales.
Las matas fueron depositadas en las dunas ubicadas en las zonas de playas beneficiadas con el vertimiento de arena, en los cayos Coco, Guillermo y Paredón Grande, pertenecientes al destino turístico Jardines del Rey, manifestó.
Agregó que la cobertura vegetal alcanza altos índices de supervivencia, principalmente la de las playas Las Coloradas, Larga, Flamenco y La Jaula, en Cayo Coco, y El Norte, en Paredón Grande.
Indicó que sembraron las posturas en los lugares más deforestados para acelerar el proceso de resiliencia y aumentar la biodiversidad de esos ecosistemas.
Expertos del CIBA y del Centro de Bioplantas de la provincia, trabajan en conjunto para la reproducción in vitro del arroz de playa, otra especie autóctona abundante en los litorales, las cuales saldrán libres de patógenos en menor tiempo, expresó Rodríguez.
Según especialistas de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la reforestación de los montículos de arena con plantas nativas, redujo la erosión en mil 350 metros cuadrados de playa durante el periodo 2018-2020.
Jardines del Rey posee las dunas más altas del Caribe insular, las de Playa Pilar, Cayo Guillermo, con 15 metros sobre el nivel del mar, declaradas Área Protegida y las de Loma del Puerto, en Cayo Coco, con una altura entre 10 y 14 metros.
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