‘Para reactivar y acelerar este desarrollo, primeramente debemos encontrar en Ucrania mecanismos financieros que actúen en apoyo a los exportadores’, advirtió Díaz en entrevista para el programa Crónicas Diplomáticas del canal de televisión Rada, del Parlamento en este país.
Señaló que eso le permitiría a Cuba retomar las importaciones de productos ucranianos de forma directa, pues muchos de ellos llegan hoy a la nación caribeña a través de terceros.
La diplomática explicó que al mismo tiempo se deben potenciar las exportaciones cubanas de bienes y servicios a este mercado.
En tal sentido, destacó que existe un gran potencial en la esfera de la salud, la biotecnología y la industria agroalimentaria.
‘Podemos desarrollar programas conjuntos de tratamientos médicos, tanto con el envío de pacientes ucranianos a Cuba, como con la contratación de personal médico cubano que pueda contribuir además al intercambio de experiencias’, aseguró.
Desde 2018, el intercambio entre la Cámara de Comercio de Cuba y la Cámara de Comercio e Industrias de Ucrania se incrementó y ejemplo de ello, dijo, fue el Primer Foro Médico-Farmacéutico, realizado en Kiev con más de 30 empresas de ambos países.
Mencionó que también en septiembre del 2019 tuvo lugar el Foro empresarial Ucrania–Cuba, con la asistencia de 60 empresas de la isla en representación de diferentes sectores.
Otra muestra del desarrollo de los vínculos bilaterales fue la participación ucraniana en la Feria Internacional de La Habana de 2019, donde se firmaron memorandos de cooperación con varias empresas de la isla.
Díaz apuntó que estos intercambios posibilitaron definir proyectos de interés en esferas prioritarias como la sideromecánica, la farmacología y biotecnología, telecomunicaciones y la energética.
Tales acuerdos permitirán el suministro a Cuba de piezas de repuesto para camiones KRAZ y tractores Yums; de equipos y materiales de construcción, además de productos alimentarios, entre otros.
Además, facilitaron el registro e importación a Ucrania de productos biofarmacéuticos cubanos que no tienen análogos en el mundo, entre ellos el Heberprot-P y otros medicamentos contra la Covid-19, los cánceres de piel y de pulmón y la hepatitis.
Como punto clave de la cooperación, la embajadora citó la atención de niños ucranianos en el centro de rehabilitación de Tarara, al este de La Habana, donde fueron atendidos más de 24 mil personas víctimas del accidente nuclear de Chernóbil, en 1986.
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