En entrevista concedida a Prensa Latina, el coordinador de la organización en la nación caribeña, José Ernesto Nováez, consideró como un tema prioritario el rechazo al cerco por el significado del país en el ámbito progresista latinoamericano.
Un reciente comunicado de la organización señala que esta elevará a la Asamblea General de Naciones Unidas más de cinco mil firmas recogidas en todo el mundo con ese objetivo, adelantó Nováez.
El documento incluye el apoyo de prestigiosas personalidades como Noam Chomsky, figuras de la política como Rafael Correa y Luis Inácio Lula da Silva e intelectuales como Elena Poniatowska.
‘La iniciativa demuestra que la causa del bloqueo es mundial con un apoyo sostenido’, agregó el directivo.
De acuerdo con el escritor, existe una articulación creciente en determinados sectores de la sociedad civil en rechazo a la hostilidad de Washington que se confirma en las masivas caravanas mundiales, debates y jornadas de solidaridad.
‘Los propios esfuerzos comunicativos de Cuba y el apoyo que puedan brindar voces del mundo logran colocar el tema en la agenda de muchos’, añadió.
La realidad mediática y social en torno a Cuba contrasta de forma increíble, en parte gracias a los aportes de esta nación con los menos favorecidos, aseveró.
‘Para mucha gente, Cuba ha sido el médico que llegó a una comunidad donde otros no habían llegado, lo que crea una nueva percepción en torno a lo que la nación caribeña representa’, dijo.
Sin embargo, los grandes medios insisten en una ofensiva concertada contra la izquierda continental, un problema no solo cubano sino también latinoamericano, a juicio del intelectual.
Actualmente, explicó, expertos de la región califican al fenómeno como un Plan Cóndor comunicacional en el que los grandes medios tratan de mentir e invisibilizar todo lo que se genere desde la izquierda.
‘Estamos en una ofensiva comunicacional que se ramifica a lo largo de todo el continente con diferentes niveles’, detalló.
En medio de todo este escenario, la Red posee un caudal simbólico que puede usar en esa batalla.
‘El contexto demanda unidad, por lo que nuestra organización puede ser muy útil como un ejemplo de multiculturalidad, de riqueza y confluencia en espacios comunes’, agregó.
Además, puede aportar mucho al intercambio con Estados Unidos, donde importantes figuras del arte y luchadores sociales alzan su voz por la causa de Cuba, expresó.
‘En la breve apertura de la administración de Barack Obama (2009-2017) constatamos los fuertes vínculos posibles entre los pueblos, que se hermanan con facilidad si no hay intereses políticos que los enconen’, señaló.
El pueblo norteamericano necesita venir y conocer la verdadera Cuba, no la que construyen los grandes medios, porque detrás de la pluralidad se esconde una singularidad informativa, advirtió.
La REDH es la prueba de que más allá de intereses políticos, todos estamos a favor de defender la vida, la paz y la sostenibilidad, concluyó.
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