Abdullah de Pahang tuvo su primer intercambio con el primer ministro Muhyiddin Yassin, cuya administración decretó estrictas medidas del 1 al 14 de junio para abordar un aumento en las infecciones y muertes.
El recrudecimiento de las medias provocó frustración pública por la percepción de un lento despliegue de las vacunas y la aplicación desigual de las restricciones, pues la realeza y las élites las pueden eludir.
También se reunió hoy con el rey Abdullah el líder de la oposición, Anwar Ibrahim, quien dijo que la emergencia nacional ha hecho más daño que bien.
Anwar declaró a la prensa que la situación provocará más pérdidas y afectará especialmente a ‘aquellos en los peldaños más bajos de la sociedad’.
Se espera la presencia de otros líderes políticos en el Palacio durante los próximos días, incluido el exprimer ministro Mahathir Mohamad.
En un comunicado, el Palacio Nacional dijo que el rey convocó a una reunión especial del consejo de gobernantes para discutir los esfuerzos para combatir la epidemia durante la emergencia.
Con casi 634 mil casos entre sus 32 millones de habitantes, Malasia tiene el mayor número de infecciones per cápita en el sudeste asiático.
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