miércoles 13 de noviembre de 2024

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miércoles 13 de noviembre de 2024

En aquel momento, la reacción de la comunidad internacional fue inmediata y decisiva con la aprobación y firma del Convenio de Viena por una veintena de países, el 22 de marzo de 1985, entre ellos los mayores productores de clorofluorocarbonos (CFC).

 

Ante esta realidad, la principal apuesta es la sostenibilidad a través de proyectos centrados en energías renovables que ayuden al medio ambiente y a las naciones a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, propuestos por Naciones Unidas para 2030.

Sobre esta encrucijada dialogó con la sección Escáner de Prensa Latina Gustavo Máñez, coordinador de Cambio Climático de ONU Medio Ambiente para América Latina y el Caribe.

Prensa Latina (PL): ¿A qué se debe la lentitud en la implementación de los programas de energías renovables?

Gustavo Máñez (GM): En los últimos años el precio de las energías renovables ha bajado mucho, de manera que resultan muy competitivas, por lo que su penetración aumentó considerablemente. Sin embargo, esto no es suficiente para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.

Este es el caso de las sequías provocadas por el cambio climático, las cuales reducen el caudal de los ríos, lo que genera una disminución en la producción de las hidroeléctricas.

Por otra parte, las energías renovables siguen siendo más caras debido al funcionamiento de plantas en países como Panamá, donde no hay un impuesto sobre el carbón.

Esto hace que si tienes una central montada y un combustible fósil barato, las condiciones de competitividad no son las mismas. Por tanto, hay una serie de políticas públicas que en muchos casos no favorecen el desarrollo de las energías renovables.

A esto se suman decisiones asociadas a la promoción de los combustibles fósiles como el gas natural, que durante 20 ó 30 años crean una infraestructura que hará muy difícil la incursión de las energías renovables.

PL: Si tuviera qué hacer un balance de la situación actual en la región, ¿cómo ve usted el avance de las estrategias asociadas al uso de las energías renovables?

GM: Chile y Colombia son los países con más avances actualmente en esta estrategia, que incluye la puesta en funcionamiento de instalaciones y políticas públicas como el impuesto al carbón, lo cual pone en igualdad de condiciones a las energías renovables con las fósiles, a lo que se suman otros estímulos.

Brasil, a pesar de tener señales mixtas en el tema climático, también ha hecho un trabajo ambicioso en este campo, que incluye el desarrollo de instalaciones a gran escala y de generación distribuida.

PL: En el caso de Panamá, ¿cuáles son los avances?

GM: Ahora estamos viendo un mayor interés, lo cual se refleja en la existencia de parques eólicos y en la aprobación reciente de la Agenda de Transición Energética, que promueve el uso de energías limpias.

Sin embargo, las inversiones en el sector del gas generarán un bloqueo importante en la descarbonización de la economía.

Si bien es cierto que el gas no tiene tantas emisiones como el carbón, sigue siendo un combustible fósil que durante su producción tiene emisiones de metano, sustancia con un potencial de calentamiento global 100 veces superior al dióxido de carbono.

Recientes estudios realizados con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, refieren que las emisiones de gases a la atmósfera de los países productores de gas natural son más altas que las reportadas. Esto demuestra emisiones fugitivas no contabilizadas, situación que resulta preocupante.

PL: A propósito de la regulación de los gases contaminantes a la atmósfera, ¿qué opinión le merece el Programa Verde que desarrolla el Canal de Panamá?

GM: La posición del Canal de Panamá, y el hecho de favorecer el tránsito entre Asia y costas de Estados Unidos y Europa, permite reducir de manera relevante las emisiones.

Solo su existencia genera una serie de beneficios en cuanto a la emisión de gases contaminantes, lo cual no significa que el transporte no deba moverse hacia un sistema de bajas emisiones a través de tecnologías como el hidrógeno o la electricidad.

Justamente esto es lo que vemos, que hasta ahora en el marco internacional de las negociaciones climáticas se sumó el sector de la navegación marítima y la aviación; pero, todavía no logramos cumplir con lo establecido en el Acuerdo de París para lograr la descarbonización del planeta y evitar las consecuencias catastróficas del cambio climático.

Vale destacar que el Canal de Panamá contribuyó a que la nación istmeña sea una de las tres a nivel mundial consideradas como carbono negativo, lo cual significa que sus bosques absorben más CO2 (dióxido de carbono) del que emite a la atmósfera.

PL: Una de las energías renovables desarrollada actualmente por algunos países es la que proviene de las hidroeléctricas, estrategia que choca con la visión de los pueblos indígenas, los cuales creen que esta afecta el medio ambiente. ¿Cuál es su criterio al respecto?

GM: Esto también choca con los derechos ancestrales de estas poblaciones sobre la tierra y otros recursos naturales. Incluso, en los últimos años hemos visto en algunos países de la región violaciones a los derechos humanos relacionadas con este tipo de proyectos.

Por otra parte, un estudio realizado en 2017 de conjunto con la Organización Latinoamericana de la Energía, reflejó que en América Latina se prevé una reducción de los caudales de los ríos en 20 por ciento para 2040.

Eso significa que en el futuro las presas deben ser mayores para poder almacenar más agua, producir electricidad y que esta actividad sea rentable. Implica incurrir en más explotaciones de tierra, con un impacto en la biodiversidad.

Por ello creemos que un modelo alternativo para las hidroeléctricas pudieran ser pequeñas instalaciones de este tipo, las cuales se conocen como generaciones eléctricas al filo del río, que permiten aprovechar mejor las corrientes de agua para producir electricidad a una pequeña escala.

Pero lo más importante es promover un diálogo abierto y participativo entre las comunidades afectadas y los proponentes, porque en ocasiones se elige un gran proyecto hidroeléctrico por lo atractivo que resulta para la inversión y por sus rendimientos.

Sin embargo, a veces olvidamos que podemos llegar al mismo fin de generación limpia a través de otros medios, y eso es lo que que falta hoy.

PL: ¿Cómo parte del esquema de transición energética, cuáles son los tipos de energías renovables que más se desarrollan hoy en la región?

GM: Lo que más vemos son los proyectos de generación de energía solar y eólica a gran escala. Ambos son muy competitivos a causa de la reducción de los costos, al punto que son capaces de ganarle a la generación de diésel, carbón y gas natural.

No obstante, hay decisiones políticas y económicas que sacan del mercado estas tecnologías, las cuales son más baratas.

Creemos que los excedentes de la generación solar distribuida, incluso a partir de pequeños paneles solares colocados en el techo de las casas o los centros comerciales, los cuales sirven para alimentar la producción de estas instalaciones o industrias, podrían formar parte de la red.

Ahí existe un potencial impresionante. La normativa de Panamá ha mejorado para favorecer esto, lo cual es superpositivo. Sin embargo, a nivel de la región vemos un gran potencial no explotado.

PL: ¿Hasta qué punto la transición energética podría impactar en el desarrollo socioeconómico de los países?

GM: El estudio más reciente trata de descifrar qué pasaría si en los paquetes de reactivación económica posCovid se fomenta el uso de las energías limpias para generar electricidad y para el transporte.

Bajo un escenario donde seamos capaces de cumplir el Acuerdo de París y hacer que ambos sectores tengan cero emisiones de gases contaminantes para el 2050 como plantea este tratado, por cada dólar que invirtamos se genera casi tres dólares y medio en retorno, solo en un periodo de cinco a seis años.

Si para el 2024 entramos en este tipo de promoción tecnológica y de inversiones, el Producto Interno Bruto de Panamá aumentaría cuatro veces, solo en tres años. Invertir en estas tecnologías genera un desarrollo económico y social muy importante.

PL: ¿Qué otros sectores de la economía podrían beneficiarse con la transición energética?

GM: Nosotros creemos que en un país como Panamá, que aspira a ser el hub (centro de conexion) comercial y económico de la región, la transición energética puede crear una cadena de valor alrededor de las instalaciones, la maquila, la fabricación de componentes y piezas para el montaje de paneles solares, calentadores de agua y estaciones de recarga para vehículos eléctricos.

Es toda una red de servicios y desarrollo industrial que hasta ahora solo se produce en China, Estados Unidos o Europa; pero, si ese nivel de ambiciones aumenta, puede crear una serie de ecosistemas de negocios alrededor de las energías renovables y la movilidad eléctrica.

PL: ¿Cree usted que la pandemia de Covid-19 podría incidir en un cambio de mentalidad a la hora de acelerar la implementación de una verdadera transición energética?

GM: Esta enfermedad ya creó un cambio en la mentalidad de las personas. Yo creo que los preocupados por leer las causas y orígenes de la pandemia se dieron cuenta que el principio de todo está en la mala relación con la naturaleza, pues las enfermedades zoonóticas son resultado de ello.

Si esto causó tal desgarro social, económico y de salud, el cambio climático nos aboca a un colapso de nuestras sociedades y del mundo como lo conocemos hasta ahora.

Yo creo que la gente cada vez más se da cuenta que debe tomar decisiones individuales, pero sobre todo colectivas, como exigirle al Estado que deje de darle subsidios a los combustibles fósiles y deje de promocionar tecnologías que nos están llevando al colapso.

Yo creo y espero que esta pandemia sirva, por lo menos, para abrirnos los ojos y darnos cuenta que debemos cambiar.

arb/npg

EDICIONES PRENSA LATINA

La contribución de la cultura y la tradición para el desarrollo socioeconómico de la comunidad

El consorcio conformado por la Ong OIKOS Cooperãçao e Desenvolvimento, el Gobierno Municipal de Cienfuegos y la Universidad Carlos Rafael Rodríguez tiene la intención de adjudicar el siguiente contrato de suministro en el marco del proyecto “Trazos Libre.

La contribución de la cultura y la tradición para el desarrollo socioeconómico de la comunidad”, cofinanciado por la Unión Europea y el Instituto Camões de Portugal, en Cuba, bajo la línea temática «Organizaciones de la Sociedad Civil y Autoridades Locales»:

  • Equipamientos para los emprendimientos culturales del Distrito Creativo La Gloria, Cienfuegos ( O.12 – 2023/TL)


Se invitan a los proveedores interesados a obtener el expediente de licitación en la representación de OIKOS en Cuba sita en Calle 26 n.61, entre 11 y 13, Vedado, Plaza de la Revolución, La Habana, o escribiendo el correo electrónico E-mail chiara.vighi@oikos.pt

Las ofertas deberán ser entregadas en la sede de OIKOS en Cuba antes del día 31 de enero ( 6:00 pm hs de Cuba)  o por e-mail a las direcciones de correo siguientes: chiara.vighi@oikos.pt, cruzcruzarnaldo@gmail.com
Cualquier información adicional, así como posibles aclaraciones y preguntas deberán ser dirigidas exculsivamente por correo electronico.