La poliomielitis reapareció en el país asiático casi dos décadas después de que se detectaran sus últimos casos, lo que provocó un esfuerzo a nivel nacional para inmunizar a millones de niños contra la enfermedad paralizante.
Desde esa fecha, al menos 17 personas resultaron infectadas, pero las autoridades sanitarias dijeron que no detectaron el virus en un niño o en el medio ambiente en los últimos 16 meses.
Celebramos la liberación de la poliomielitis, dijo la Dra. Rabindra Abeyasinghe, representante de la OMS en Filipinas, quien añadió que más del 80 por ciento de los niños fueron inmunizados en un esfuerzo nacional.
El brote de 2019 comenzó poco después de epidemias mortales de dengue y sarampión, y el virus que resurgió en Filipinas había mutado genéticamente a partir de una cepa debilitada de polio salvaje contenida en la vacuna oral utilizada en todo el mundo para controlar la enfermedad.
Los funcionarios de salud filipinos esperan que el éxito del esfuerzo de vacunación contra la poliomielitis se repita en su implementación de las inyecciones contra la Covid-19, pues hasta ahora se han vacunado solo alrededor de 1,6 millones de personas, algo más del uno por ciento de la población.
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