A través de su cuenta en la red social Twitter, la institución evocó el legado de Longa, quien marcó el paisaje urbano de la isla con sus esculturas más distintivas como el grupo familiar de venados a la entrada del Parque Zoológico de La Habana o la bailarina del internacionalmente conocido cabaret Tropicana.
La ganadora del Premio Nacional de Artes Plásticas en 1995 demostró su dominio en esa manifestación y dejó su huella a lo largo del archipiélago con creaciones emplazadas en la aldea taína de Guamá, en la Ciénaga de Zapata, en el sur de la occidental provincia de Matanzas.
Asimismo, la artista erigió más de 120 obras de arte en espacios públicos de la ciudad de Las Tunas, situada en la región oriental, la cual reconoció como su segundo hogar.
En la capital cubana concibió la imagen de la llamada Virgen del Camino, devenida símbolo del municipio San Miguel del Padrón; y la estatua de bronce de José Martí, situada en la plaza que lleva el nombre del Apóstol Nacional.
Sus creaciones se integran con singularidad a diversos lugares como teatros, iglesias, hospitales donde sobresalen la conocida mariposa situada en la Ciudad Libertad hasta una versión propia de La piedad, de Miguel Ángel, ubicada en el Cementerio de Colón.
Otras provincias como Ciego de Ávila, Santiago de Cuba, Camagüey y Matanzas presentan huellas del quehacer de la escultora influenciada por el popular movimiento Art Déco.
Internacionalmente, Longa conquistó el máximo galardón otorgado por la Liga de Arquitectura en Estados Unidos, mientras en su país obtuvo numerosos reconocimientos como la Medalla Alejo Carpentier y la Orden Félix Varela.
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