El año pasado la celebración de cada 21 de junio, que data de 1982, se desarrolló en medio de restricciones, las cuales impidieron la tradicional fiesta de pueblo, en la que artistas aficionados y profesionales actúan de manera voluntaria y gratuita en las calles.
Una presentación en realidad virtual del compositor e intérprete francés de música electrónica Jean-Michel Jarre sobresalió entre las iniciativa para compensar las limitaciones imperantes en 2020 por la pandemia.
En esta ocasión el Gobierno autorizó la realización de conciertos en bares y restaurantes, bajo el uso obligatorio de máscara y el respeto a la distanciación social, pero insistió en que los grandes eventos públicos en las calles siguen prohibidos.
El ejecutivo también indicó que para las manifestaciones culturales con más de mil personas en espacios cerrados, los participantes deberán presentar un pase sanitario, que implica un esquema de vacunación completo contra la Covid-19, una prueba negativa de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) o la confirmación de que se superó la enfermedad.
La Fiesta de la Música de 2021 parece más cercana a las celebraciones previas a la pandemia, tras el fin ayer del toque de queda, pero ante la amenaza latente de la Covid-19, las autoridades pidieron disfrutar con cordura.
Por si no fuese el caso, la Prefectura de París confirmó el despliegue de dos mil 300 policías para hacer respetar las reglas sanitarias en esta capital.
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