El doctor Rolando Pérez, director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma, precisó que esa medida unilateral de Washington hacia La Habana dificulta el acceso al mercado del capital de riesgo y financiamiento público previstos a nivel mundial para la creación de fármacos.
Al intervenir la víspera en el espacio televisivo Mesa Redonda, Pérez comentó que ese proceso dura de ocho a diez años y, con el control del 50 por ciento del mercado farmacéutico internacional por parte del país norteño, Cuba no puede acceder a los fondos de cooperación con millones de dólares destinados a la investigación.
La aplicación de estándares regulatorios y disponer de nuevas tecnologías son otras de las afectaciones del bloqueo, así como el ciclo de aprovisionamiento logístico, este último por la falta de materias primas y productos, agregó.
El directivo destacó que, pese al carácter extraterritorial de esa política, la ciencia cubana apostó por una integración con el sistema nacional de salud, las universidades y otros centros de investigación y de producción para garantizar la soberanía médica.
BioCubaFarma produce 359 medicamentos de los 619 pertenecientes al cuadro básico y, debido al recrudecimiento de las medidas estadounidense hacia Cuba, 85 fármacos dejaron de fabricarse en 2020 y suman 120 en lo que va de año.
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