Ante el busto de Simón Bolívar, en esta capital, la embajadora de la República Bolivariana de Venezuela ante Sudáfrica, Mairin Moreno, recordó cómo esa batalla selló el proceso independentista de Venezuela, la consolidación de La Gran Colombia y condujo a la liberación de Ecuador, Perú y Bolivia.
Carabobo, dijo, fue la confluencia de todos; fue y debe seguir siendo un símbolo de unión por encima de nuestras diferencias, para derrotar a los enemigos comunes y romper las cadenas que durante mucho tiempo han atado a nuestro pueblo en la miseria y la pobreza.
Cadenas de dependencia y subdesarrollo que no hemos podido romper durante siglos, agregó, y que hoy constituyen las peores amenazas que enfrenta el pueblo no solo de Venezuela, sino también de América Latina, el Caribe, África y más allá.
La Patria de Bolívar, puso de relieve la Embajadora, nació para ser un ejemplo de unión, y hoy desde aquí, frente a Bolívar, hacemos un llamado a la unión de nuestros pueblos latinoamericano, caribeño y africano.
Cuando Venezuela entró en guerra, analizó Moreno, fue para liberar, no solo a su propio pueblo, sino también para liberar a otros.
Entonces, a los que todavía piensan en Venezuela que hay que desestabilizar al país y persuadir a los militares para que ataquen las instituciones, o los que llaman a otros países a imponer sanciones o intervenir militarmente, les decimos que encontrarán al pueblo erguido para defender la soberanía y la libertad que Simón Bolívar nos dejó, enfatizó.
Dos siglos después, añadió, ‘nos enfrentamos al imperialismo decadente que quiere destruirnos como pueblo y como proyecto emancipador político, social, económico y cultural’, para explotar nuestras riquezas naturales, pero el resultado será similar al de Carabobo, pues también derrotaremos a imperialismo y la victoria será del socialismo bolivariano y chavista, concluyó.
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