Loyalamo acompañó a su hija Alejandra (seis años) a la evaluación médica realizada en el hospital pediátrico Juan Manuel Márquez de esta capital después de recibir la primera dosis de Soberana 02, como parte de la segunda etapa de fase I del ensayo clínico, y manifestó a Prensa Latina su confianza en ese inmunógeno.
‘Estaba un poco nerviosa por el pinchazo de la vacuna, pero después todo transcurrió sin problemas. Ella sabe que gracias a eso podrá jugar de nuevo con sus amigos, salir al parque una vez pasada la pandemia. Yo no quiero que pase por lo mismo que pasé yo cuando enfermé’, precisó.
Recordó su ingreso en el hospital Salvador Allende, el aislamiento necesario de sus seres queridos para evitar el contagio y las secuelas de la enfermedad, estas últimas atendidas actualmente por un equipo multidisciplinario.
‘Me siento con muchísima ansiedad, tengo trastorno del sueño, muy nerviosa en espacios cerrados llenos de personas y me quedaron problemas en los riñones porque a cada rato presento infecciones’, comentó.
Ante esa situación, la joven madre cubana también consintió a participar en el ensayo clínico del candidato vacunal Soberana Plus para personas recuperadas, único de su tipo en el mundo con ese fin.
‘Para mí Soberana 02 es la esperanza de poder volver a la normalidad, que todos los niños puedan jugar, de quitarnos la mascarilla y poder respirar libremente, poder retomar los besos y los abrazos y aquellos espacios con la familia completa’, concluyó.
El 28 de junio fue aplicada la primera dosis del candidato desarrollado por el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) a 25 voluntarios entre tres y 11 años de edad, para evaluar la seguridad e inmunogenicidad.
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