En el transcurso de la jornada se pronunciaron Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador y de Bolivia, y Luis Arce, quienes coincidieron en señalar al bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos a la isla como el principal impedimento para su desarrollo.
La campaña mediática contra La Habana busca incentivar la desobediencia civil y los actos de violencia manipulado la realidad del país, al relacionar la crisis económica y efectos negativos de la Covid-19 con una ineficientes gestión gubernamental.
López Obrador destacó que Cuba es ‘un país libre independiente y soberano, sobre el cual no debe haber intervencionismo, ni utilizarse la situación de salud del pueblo cubano con fines políticos’.
Mientras Arce señaló que el país caribeño enfrenta más desinformación y ataques extranjeros, mientras más avanza, por ejemplo en la salud y la ciencia, campos en los que la isla exhibe logros reconocidos por la comunidad internacional.
El gobierno de Nicaragua emitió un comunicado en el que condenó la agresión permanente contra el Estado insular, y responsabilizó a Estados Unidos por las manifestaciones registradas la víspera en La Habana y otras localidades.
En la nación centroamericana, el militante sandinista Carlos Fonseca Terán denunció el cinismo de quienes pretenden imponer un corredor humanitario para Cuba.
Terán acotó que los problemas a resolver por la supuesta iniciativa humanitaria son los ocasionados por las presiones económicas y políticas de Washington a La Habana con el objetivo de provocar cambios políticos mediante la escasez de productos de primera necesidad.
Por su parte la intelectual argentina Stella Calloni afirmó que Cuba está en peligro y con ella toda América, y rechazó los intentos de interferir en los asuntos internos de la isla.
‘Cuba, nuestra amada, está en peligro y con ella toda Nuestra América. Puede ser el manotazo de ahogado imperial, una operación de ataque simultáneo que alcance a Venezuela y Nicaragua. No saben en qué se están metiendo. Pero no pasarán’, apuntó la escritora.
Desde Colombia expresó su apoyo a la Revolución cubana el partido Comunes, que abogó por el cese del bloqueo; de igual manera se pronunciaron desde Argentina varias organizaciones políticas, entre ellas el Frente Grande y el Movimiento Evita.
En Chile el Movimiento de Solidaridad con Cuba llamó a defender la realidad de la nación caribeña; también lo hicieron Coordinadora por la Paz la Soberanía la Integración y la No Injerencia de Ecuador.
De igual manera expresaron su solidaridad el Movimiento Nacional Amistad y Solidaridad mutua Venezuela-Cuba, Coordinadora guatemalteca de solidaridad la isla, la Asociación por la Unidad de Nuestra América de Costa Rica, y organizaciones progresistas de Haití.
La Habana identificó como organizadores y promotores de esa campaña al gobierno de Estados Unidos y organizaciones anticubanas radicadas, principalmente, en el norteño país.
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