El exjefe de la corte real Bassem Awadallah y un exenviado a Arabia Saudita Sharif Hassan bin Zaid, resultaron culpables de complot para derrocar al monarca en favor de su medio hermano, el príncipe Hamzeh.
Este último no fue acusado, pero las investigaciones probaron que estaba decidido a cumplir su ambición personal de gobernar, en violación de la Constitución y las costumbres hachemitas, precisó el periódico Jordan Times.
Al emitir el fallo, el juez Muwaffaq al-Masaid señaló que los involucrados desarrollaron campañas para difundir ideas hostiles contra el reino.
Ellos intentaron crear caos, sedición y divisiones dentro de la sociedad y difundir un discurso de odio con amenazas para la seguridad y estabilidad, dijo.
Arabia Saudita rechazó cualquier vínculo con el complot, aunque durante la pesquisa se comprobó que los dos condenados tenían lazos muy estrechos con el reino del desierto.
La crisis en la corte real jordana estalló en abril pasado, cuando las autoridades frustraron un intento de golpe de Estado, en el cual la figura central era el príncipe Hamzeh.
En un video transmitido por la cadena británica BBC, el príncipe acusó a los gobernantes de Jordania de corrupción e ineptitud y a las pocas horas denunció que lo pusieron bajo arresto domiciliario.
Las autoridades dijeron más tarde que no sería juzgado, ya que el caso quedó resuelto durante una reunión familiar.
En 1999, el rey Abdala II nombró a Hamzeh heredero del reino, a pedido de su difunto padre, pero cinco años después lo destituyó e impuso a su hijo, el príncipe Hussein, como próximo en la línea al trono.
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