En un amplio análisis de su corresponsal en Nueva York, David Brooks, el periódico indica que el mandatario demócrata retrocedió a la anticuada retórica de la guerra fría en su política hacia La Habana al reiterar su posición expresada el lunes, de apoyo a las revueltas auspiciadas desde Miami.
Agrega que el coro de voces anticastristas inundó los medios y las redes sociales con muchos exigiendo una intervención armada de Estados Unidos en Cuba, incluyendo el alcalde Francis Suárez quien tuiteó que la gente de Miami está desesperada por una acción militar estadunidense.
Poco después, en entrevista con Fox News, Suárez sugirió que se contemplará ‘una acción militar conjunta’ incluyendo ‘ataques aéreos’ contra Cuba, usando como ejemplo la invasión a Panamá (en 1964) entre otros, informa Brooks
Reporta que el cuerpo Guardacostas de Estados Unidos se vio obligado a emitir una advertencia contra cubano-estadunidenses que amenazan con zarpar en barcos desde Florida hacia Cuba supuestamente para llevar asistencia a los manifestantes en la isla, algunos de ellos indican que viajarán armados para defenderse en una obvia maniobra dirigida a intentar provocar enfrentamientos con las autoridades cubanas.
La fuerza de Guardacostas afirmó que no emitirá permisos para ese tipo de viajes, señala el corresponsal.
Agrega que legisladores cubano-estadunidenses no ocultaron su deseo de que esta coyuntura es propicia para intervenir en los asuntos políticos en Cuba. Nada de eso es sorprendente, pero sí lo es que los estrategas de Biden decidan permitir -otra vez más- que Miami defina la política exterior hacia la isla.
Desde que llegó a la Casa Blanca, agrega, Biden y su equipo habían intentado evitar abordar ese tema y sólo comentaron que se estaba ‘evaluando’ pero advirtieron que ‘Biden no es Obama’ sobre Cuba, con lo cual indicaban que no se retomaría la política de normalización como el demócrata había prometido durante su campaña electoral.
Por ahora, añade, la Casa Blanca ha optado por girar hacia el pasado, y ceder la política hacia Cuba a los senadores Marco Rubio, Ted Cruz y Lindsey Graham (todos republicanos) y al influyente jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez.
Al adoptar la retórica de los republicanos para responder a las manifestaciones en Cuba, Biden aparentemente ha decidido rechazar, por ahora, la apertura hacia la isla y sustituirla con un acercamiento a Miami.
mem/lma