‘Es un momento muy importante. Debemos unirnos para prevenir nuevas provocaciones’, señaló la declaración firmada por el presidente del PCFR y jefe de su facción en la Duma Estatal (Cámara Baja del parlamento ruso), Guennadi Ziuganov.
El texto denunció que el pasado 11 de julio ‘el pueblo cubano ha sido objeto de un ataque poderoso y cuidadosamente planeado’, por lo que ‘es el deber sagrado de todas las personas de buena voluntad proteger juntos su elección’, apuntó.
Explicó que ni un bloqueo brutal que viola todas las normas del derecho internacional y los principios del humanismo, ni el sabotaje ideológico, ni los actos terroristas lanzados contra la isla, pudieron aplastar la Revolución cubana.
‘Incluso, después de la trágica destrucción de la Unión Soviética, los yanquis fueron incapaces de poner de rodillas al pueblo cubano’, destacó la declaración.
El documento rechazó el recrudecimiento de la hostilidad de la política estadounidense contra la nación antillana en los últimos años, cuyo impacto aumentó con la situación epidemiológica provocada por la pandemia de Covid-19.
‘Esto exacerbó los problemas socioeconómicos del país, los cuales son utilizados cínicamente por fuerzas externas en un intento de incitar sentimientos antigubernamentales’, explicó.
La proclama del PCFR consideró los disturbios de los últimos días en Cuba, incentivados desde el exterior, como un acto hostil de intervención estadounidense en los asuntos internos de un estado soberano.
Alertó que las provocaciones informativas, los actos de sabotaje, el terror y el vandalismo están destinados a derrocar al poder popular utilizando las técnicas de los ‘golpes de color’.
‘Su objetivo es sumergir a la sociedad cubana en un estado de completo caos, dividirla y desencadenar una guerra civil fratricida’, aclaró.
Los comunistas rusos manifestaron su confianza en que las autoridades cubanas, ‘con la sabiduría del pueblo trabajador y su disposición a luchar por la libertad y la independencia de la Patria’, permitirán al país superar todas las dificultades.
Destacó que Cuba ‘es uno de los principales baluartes, capaz de resistir resueltamente el hegemonismo del imperio vecino. Por eso La Habana está bajo una presión tan poderosa de Washington’, aseguró.
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