El tramo con cierre en el temible Col du Portet, cota situada a dos mil 215 metros sobre el nivel del mar, 16 kilómetros de ascenso y un desnivel medio del 8,7 por ciento, representa un ahora o nunca para los perseguidores en la clasificación del campeón defensor de la Grande Boucle y actual líder, el esloveno Tadej Pogacar (UAE-Team Emirates).
Si bien la ventaja de más de cinco minutos parece difícil de descontar frente al portador del maillot amarillo de 22 años, los Pirineos y sus imponentes montañas pueden cambiar la historia, y con eso sueñan el colombiano Rigoberto Urán (EF Education-NIPPO), el danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) y el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos Grenadiers).
Estaré atento a los movimientos de los rivales más cercanos en la general y si surge la ocasión de sacar más ventaja o de ganar la etapa, trataré de aprovecharla, dijo Pogacar de cara al trayecto de 178,4 kilómetros entre Muret y Saint-Lary-Soulan con su Col du Portet.
Mañana al pelotón de pedalistas lo esperan los desafiantes Col du Tourmalet y Luz Ardiden, ambos puertos de montaña de categoría especial, pero antes deberá superar esta tarde un trayecto muy complejo, con 116 kilómetros iniciales casi llanos y una recta final tan agotadora como espectacular.
La tranquilidad se convertirá en pura adrenalina con un recorrido de empinados ascensos y vertiginosos descensos, gracias a los gigantes de primera categoría Col de Peyresourde (mil 569 metros) y Col de Val Louron-Azet (mil 580) y la citada meta en el Col de Portet, ubicados en los Altos Pirineos.
Además de la batalla por el maillot amarillo, la etapa 17 será clave en la clasificación de la montaña, con el líder, el neerlandés Wouter Poels (Bahrain Victorious), con 74 puntos, asediado por el canadiense Michael Woods (Israel Start-Up Nation), con 66, y por el colombiano Nairo Quintana (Team Arkea-Samsic) y el belga Wout van Aert (Jumbo-Visma), ambos con 64.
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