‘La lógica aquí es simple. Washington ya lo ha probado repetidamente en diferentes situaciones, pero todas desde el mismo ángulo: la inspiración de las revoluciones de colores en relación con gobiernos no deseados’, señaló la diplomática en intercambio con periodistas.
Advirtió que la fórmula primero incluye sanciones y problemas que ese introducen desde el exterior, los cuales general dificultades que agravan la situación socioeconómica del país y, sobre esa base, se provoca tensión e incentivan los sentimientos antigubernamentales.
Explicó que cuando esa ‘masa crítica’ se acumula, toda la culpa recae en el gobierno nacional y a partir de eso se le cuelgan calificativos, se desacreditan sus acciones de todas las formas posibles, provocando una situación caótica.
‘El mismo algoritmo se está aplicando ahora a Cuba. A pesar de todas las medidas tomadas por las autoridades para apoyar la economía del país y brindar asistencia a la población, son ellas las acusadas por Washington de la actual situación de crisis’, aseguró Zajárova.
Aclaró que como parte de esta política de manipulación, las autoridades estadounidenses tratan de hacer creer que La Habana se niega a aceptar la ayuda de Estados Unidos, no quiere participar en los mecanismos internacionales de distribución de vacunas y sigue una política antipopular en general.
‘Al mismo tiempo, los estadounidenses, como siempre, guardan silencio sobre sus propias acciones subversivas y aspiraciones oportunistas’, comentó la representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Calificó las acciones de Washington hacia Cuba como ‘una puesta en escena política más, un ejemplo de la práctica del doble rasero profundamente arraigada por los estadounidenses’, dijo.
Resaltó que esto resulta evidente en su aplicación selectiva de las normas legales y con su interpretación tendenciosa y diferenciada de los hechos.
Zajárova manifestó que su país insta a Washington a que adopte una posición objetiva, se deshaga de la hipocresía, del doble rasero de su política hacia Cuba. ‘Dejemos que los cubanos, su gobierno y su pueblo se den cuenta de lo que está pasando y decidan su propio destino’, expresó.
Subrayó que si Washington está realmente preocupado por la situación humanitaria en la isla caribeña y quiere ayudar a los cubanos de alguna manera, entonces debe comenzar por levantar el bloqueo, rechazado por toda la comunidad mundial.
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