Sin altisonancias, con emociones contenidas, fue la velada mágica en la Casa de América de Madrid, donde desbordaron anécdotas del desaparecido creador de Elpidio Valdés o Vampiros en La Habana, sus dos obras emblemáticas.
Su hija Silvia Padrón, figura inspiradora del personaje de María Silvia, la pareja del intrépido luchador mambí Elpidio Valdés, y el prestigioso artista Javier Mariscal, fueron el centro del coloquio conducido por el periodista Toño Angulo.
Como preámbulo, un video intitulado Vidas animadas que con la entrevista a Juan Padrón y fragmentos de sus famosos dibujos animados sentó el precedente para las risas y las memorias que introdujeron su libro Mi vida en Cuba.
‘Tal vez lo admiré más como persona, porque era un tipo extraordinario, con una pasión tremenda por la vida, siempre contando chistes, entregado a su obra sin miedo a las dificultades’, confesó Mariscal.
El director junto a Fernando Trueba de la película animada Chico y Rita, nominada para los premios Oscar, resaltó el ingenio de Padrón a la hora de concebir sus trabajos, ‘como gran ilustrador y cineasta que era’.
Silvia relató que su padre llenaba muchos espacios en su casa y siempre era muy colaborador en las tareas del hogar con mi madre. Y se permitió contar un pasaje.
Un día comenzó a protestar (Padrón), siempre con su típico humor, y dijo, ‘Spielberg seguro que no friega en su casa’, a lo cual mi mamá le respondió: estoy segura que la mujer de Spielberg tampoco lo hace’.
También Silvia anotó que su progenitor era tan sencillo que ella casi nunca dimensionó su talento y reconocimiento tanto en Cuba como internacionalmente.
Javier Mariscal mencionó que cuando le mostró a Padrón la película Chico y Rita, el realizador cubano le espetó: ‘ustedes los gallegos son unos vivos, esta película teníamos que haberla hecho nosotros’.
Era muy sincero, transparente, amigo, popular, que hacía de corazón todo lo que podía por la gente y dejó un legado cultural enorme a Cuba, además de una relación bellísima con su esposa, expresó emocionado. Además de una nueva presentación del libro de Padrón Mi vida en Cuba, editado por Reservoir Books, Silvia habló de su sueño en desarrollo del Centro La Manigua en La Habana.
Contamos con el apoyo del Ministerio de Cultura y el Gobierno de La Habana para avanzar en el proyecta que busca un espacio para los niños, con exposiciones, películas y la posibilidad de hacer dibujos animados, historietas, una idea que fascinaba a mi padre, indicó.
La próxima semana, la Cada de América de Madrid ofrecerá dos días de funciones con Vampiros en La Habana.
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