Christopher Harley, profesor de la Universidad de Columbia Británica, precisó que en ese momento alcanzaron temperaturas de 100 grados Fahrenheit y descubrieron lo que calificó como ‘masacre marítima’ al bajar la marea, citado por la publicación.
Harley y su equipo contabilizaron un millón de mejillones muertos en un área del tamaño de una cancha de tenis (rectángulo de 23,77 metros de largo por 8,23 metros de ancho) y ejemplares de rockweed (algas), ambas especies suelen ser las primeras en llegar a la orilla cuando mueren.
Asimismo, estimaron que un área de un kilómetro cerca de White Rock es un cementerio de 100 millones de percebes (crustáceo), mientras que para la semana pasada calcularon mil millones de animales marinos muertos.
Los investigadores advirtieron que, a medida que registran decesos en una mayor cantidad de hábitats, podría colapsar el ecosistema marítimo de la región.
‘La pérdida de una buena cantidad de mejillones podría desestabilizar partes locales del océano, ya que filtran el agua y proporcionan alimento a otras especies como estrellas de mar, cangrejos y aves’, enfatizaron.
Perder solo esas dos especies haría que la biodiversidad disminuyera, y aún no hemos terminado de contar, concluyó Harley.
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