El proceso judicial contra los supuestos vándalos comenzó en septiembre de 2020, poco más de un año tras su captura por un buque de la Fuerza Naval Europea (EU Navfor).
Según la Agencia de Noticias de Seychelles, la Corte Suprema dictaminó que en el momento de la aprehensión de los hombres no había evidencia de que estuvieran actuando de manera ilegal y no tenían armas ilícitas con ellos.
Los cinco hombres quedaron libres tras el fallo.
Conforme con la Agencia, la Operación Atalanta para Somalia envió a los sospechosos a las autoridades de Seychelles en 2019, en consonancia con un acuerdo de transferencia entre la nación insular en el Océano Índico occidental y la Unión Europea respaldado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
El abogado defensor, Joel Camille, afirmó que los cambios en el equipo legal de los acusados -ocurridos en tres ocasiones- demoraron el desarrollo del proceso judicial.
Ahora que los hombres fueron absueltos, la Undoc realizará los arreglos necesarios para deportarlos, pues se encuentran en este país con un estatus de inmigrante, lo cual está prohibido.
Camille dijo desconocer si los afectados comenzarán un proceso para reclamar compensación luego de su estadía de dos años en la prisión de Seychelles.
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