Así declararon a Prensa Latina algunos de los participantes en un acto efectuado en la explanada de La Piragua, aledaña al malecón habanero, en el cual se congregaron más de 100 mil personas con la presencia del presidente Miguel Díaz-Canel y del general de Ejército Raúl Castro.
Vinimos a demostrar que los cubanos apoyamos al gobierno revolucionario y que somos un pueblo de paz, de solidaridad y amor, expresó Emilia Hernández, trabajadora del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (Inder).
Esta es una manera de manifestar que nosotros podemos discutir, conversar, pero nunca recurrir a la violencia, añadió esta residente de la capital, para quien lo ocurrido el pasado 11 de julio no tiene nada que ver con la nación caribeña y la naturaleza de los cubanos.
A ella, como a la sociedad cubana en general, la conmocionaron los actos vandálicos que tuvieron lugar en esa fecha, así como las muestras de odio en las redes sociales, donde desde el exterior mantienen un aliento constante a la confrontación interna y llamados a una intervención extranjera.
‘Mire la alegría que hay aquí, el amor de este pueblo que vino a reafirmar que hay maneras más justas, más solidarias de resolver los problemas; pero también para reafirmarle al gobierno que no está solo, que cuenta con el apoyo del pueblo’, sostuvo la trabajadora del Inder.
En tanto, Héctor Román, educador del municipio de Guanabacoa, dijo que él y sus compañeros asistieron al acto para ratificar que los cubanos están dispuestos a defender la obra de la Revolución, que es de todos.
No quiero para mis hijos y nietos la guerra, no quiero el egoísmo del capitalismo, por eso estoy aquí, para reclamar el fin del bloqueo económico de Estados Unidos que no nos deja desarrollarnos, añadió.
El mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, al dirigirse a los reunidos en la capital reafirmó que Cuba es un país de amor, paz y solidaridad, y convocó a la ciudadanía a ponerle corazón a la obra común.
Aseguró que la isla no será jamás tierra de odio, pues no se construye nada bueno con el odio, sino que roba tiempo para amar y hasta el amor mismo.
El jefe de Estado denunció la operación política comunicacional en marcha contra la nación caribeña, la cual instigó los sucesos de los últimos días, e intenta distorsionar la realidad del país para influir negativamente en la comunidad internacional.
Otras ciudades del país desarrollaron este sábado actos similares, en los cuales ratificaron el apoyo a la Revolución, la defensa de la Constitución y la condena a la violencia y el cerco económico de Washington.
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