Diplomáticos y trabajadores ondearon las banderas cubana y del 26 de julio y gritaron Viva Fidel en respuesta a la acción hostil de un grupo de personas en las inmediaciones de la embajada.
Algunos de los participantes en la provocación se hicieron eco del pedido de una intervención militar contra el país caribeño disfrazada de medida humanitaria, un reclamo que genera repudio en la mayor de las Antillas y el mundo.
Los colectivos de las misiones diplomáticas ratificaron, encabezados por el embajador Elio Rodríguez y la delegada permanente ante la Unesco Yahima Esquivel, el compromiso con la defensa de la Revolución y el acompañamiento al pueblo que la defiende en las calles de la isla.
La provocación contrarrevolucionaria en Francia se enmarcó en las acciones desestabilizadoras de los últimos días promovidas fundamentalmente desde Miami, al amparo del discurso agresivo del gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
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