Suscrito por el argentino Ricardo Aronskind, economista y Magíster en Relaciones Internacionales, el informe aborda los últimos acontecimientos en la nación caribeña.
¿Puede ser mejor lo que tienen en Cuba, en diversos terrenos? Seguramente sí. Pero que lo decidan ellos. Ya están reformando la economía y saliendo de errores que se cometieron en otras épocas, señala el analista al acentuar que hoy los cubanos están mucho mejor que la región centroamericana que los circunda.
Grotesco es cualquier análisis socioeconómico sobre la isla, olvidándose de un bloqueo que hubiera hundido en el caos a cualquier otro país de América Latina, subrayó el académico en su análisis titulado ‘Dejen en paz a Cuba’.
Es tan grotesco todo. Son tan previsibles los ‘medios internacionales’ tocando la misma sinfonía al unísono, la repentina sensibilidad con los derechos humanos, con las penurias que sufre un pueblo latinoamericano, asevera en referencia a la complicidad mediática con los ataques contra los cubanos de la isla.
La apelación a la ‘libertad’ es grotesca por parte de los que apoyaron cuanta dictadura o yugo neoliberal hubo y hay en nuestra región, aseveró.
Sobre aquellos que quieren denigran los logros de la Revolución Cubana, Aronskind los llamó a mirar donde está Cuba en el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, a pesar de tener encima el boicot norteamericano.
¿Con quién comparan a Cuba en materia de logros sanitarios, educativos, deportivos y científicos en el contexto del subdesarrollo y la asfixia provocada por la mayor potencia mundial que transitan? Aaaahhhh, ahí no la comparan con nadie, apuntó.
Si ahora vamos a ser los cruzados de los derechos humanos, empecemos a hablar en serio y no según el recorte que nos prepara el Departamento de Estado, planteó el experto en aparente referencia a la manipulación de Washington en ese campo.
En sus valoraciones el economista argentino señaló que hay que volver a reivindicar el fundamental principio internacional de la no intervención en los asuntos internos de otros países, principio que si se respeta le da libertad a los pueblos para decidir por sí mismos su destino.
Y negarse a convalidar las operaciones que hacen los norteamericanos en toda nuestra región, para que –sin ofrecernos nada positivo– sigamos bajo su control, puntualizó.
¿Puede ser mejor lo que tienen en Cuba, en diversos terrenos? Seguramente sí. Pero que lo decidan ellos. Ya están reformando la economía y saliendo de errores que se cometieron en otras épocas, señaló.
Así que basta de la grotesca cháchara vacía de democracia para usar contra los países que no están sometidos a las potencias occidentales. áDejen en paz a Cuba!, subrayó Aronskind.
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